domingo, 21 de mayo de 2017

La descripción. Fragmentos descriptivos.

La descripción

  Con la descripción representamos lingüísticamente el mundo real o imaginado, percibiendo así ese mundo a través de los sentidos. Según el escritor Ortega: “La descripción es como un dibujo que pretende provocar en la imaginación del lector una impresión similar a la percibida por los sentidos del autor al observar la realidad. El objeto de la descripción es dar la ilusión de vida, presentar los seres, los objetos, las situaciones y los estados anímicos como si estuvieran vivos o fueran tangibles”.
  Todas las descripciones se encuentran condicionadas por el contexto en que aparece la comunicación. La finalidad que se pretende, ya sea persuadir, convencer, criticar, informar, burlarse o conmover, orientan la descripción, cuya función puede ser predominantemente informativa o bien expresiva, o argumentativa. El contenido responde a preguntas, explícita o implícitas, por ejemplo: ¿Qué es?, ¿Cómo es?, ¿Qué partes tiene?, ¿A qué se parece?, ¿Para qué sirve?, etc.
 El modo de organización descriptivo compone las secuencias textuales en términos de caracterización de los individuos, los objetos, los lugares, etc. que se muestran en el texto. Como todas las secuencias, la descriptiva puede ser la dominante en un texto (informe médico, presentación de vinos, tratado de botánica, etc.) pero en gran cantidad de textos aparece como secuencia combinada o incrustada. En el ámbito literario forma parte sustancial de los relatos: junto con la secuencia narrativa y la dialogal es parte esencial de la representación del mundo de ficción. Junto con la secuencia explicativa y la argumentativa aparece en los textos científicos y didácticos.

Descripción objetiva y subjetiva
  La descripción se aplica tanto a estados como a procesos y se realiza según una perspectiva o punto de vista determinado, en un amplio abanico que se presenta desde el ángulo más objetivo al más subjetivo.
El tipo de descripción objetiva o técnica presenta un dibujo imparcial, neutral de la situación, refleja las cosas como son en realidad, el autor no manifiesta sus sentimientos o emociones sobre lo que describe, se usan muchos adjetivos. Este tipo de descripción aparece usualmente en los manuales de ciencia y textos académicos. Ejemplo: "Un río es una corriente natural de agua que fluye con continuidad. Posee un caudal considerable y desemboca en el mar, en un lago o en otro río, en cuyo caso se denomina afluente. Cuando el río es corto y estrecho recibe el nombre de riacho, riachuelo o arroyo." (es.wikipedia.org/wiki/Rio)
 El tipo de descripción subjetiva tiene como intención recrear la propia experiencia, comunicar las impresiones, decir lo que los objetos nos sugieren, el autor refleja sus sentimientos y emociones a la vez que describe, abundan los epítetos y otros recursos del lenguaje, se utiliza en descripciones literarias. En muchos casos los datos aparecen de manera desordenada y su finalidad suele ser estética. Ejemplo: “Amor se fue/ Mientras duró de todo hizo placer/ Cuando se fue/ Nada dejó que no doliera.”(Macedonio Fernández)

  Para clasificar los tipos de descripción se consideran dos factores fundamentales: el objeto de la descripción y la forma en que se describe.
1. El objeto de la descripción:
a) Descripción de un objeto
b) Descripción de animales: se organizan los datos según los rasgos distintivos de la especie a la que pertenece, de lo general a lo específico. Si la descripción es más libre se pueden destacar los rasgos que más llaman la atención: el tamaño, el color, la mirada, el aspecto fiero o inofensivo, etc.
c) Descripción de una persona:
Prosopografía: descripción de una persona en su aspecto físico.
Etopeya: se escriben las cualidades morales o psicológicas de la persona.
Retrato: se mezclan las características físicas y psicológicas.
d) Descripción de un ambiente.
2. La forma en que se describe:
Descripción estática: la realidad se describe inmovilizada, como si estuviera fuera del paso del tiempo. El autor describe lo que ve desde un sitio, de manera estática, como si no sufriera el paso del tiempo.
Descripción dinámica: se describe una realidad en movimiento, que está sujeta al transcurso del tiempo, los rasgos descritos varían, se mueven y se transforman.


Elementos lingüísticos que se utilizan en las descripciones
Adjetivos y sustantivos, aposiciones (ejemplo: Caracas, capital de Venezuela, es tediosa por su tráfico). Verbos: es, está, hay, parece, tiene. Se usa el presente o el imperfecto del indicativo (menguaba, había menguado). Marcadores y o conectores lingüísticos: marcadores de tiempo, de lugar.


Estructura interna de la descripción 
Calsamiglia y Tusón establecen tres aspectos a considerar en la estructura interna del texto descriptivo.
1. Anclaje Descriptivo: establece el objeto o tema a describir.
2. Aspectualización: se distinguen las cualidades, propiedades y las partes del objeto que se describe.
3. Relación del mundo exterior: tanto con el espacio y tiempo, como con las múltiples asociaciones que se pueden activar con otros mundos y objetos análogos a través de metáforas, comparaciones entre otros.
(Apuntes sobre los textos Las cosas del decir, de Tusón y Calsamiglia; Redacción y composición, de Ortega.)
Para trabajar la descripción
Descripción de una cueva (Pío Baroja)A la izquierda se abría la enorme boca de la cueva, por la cual no se distinguían más que sombras. Al acostumbrarse la pupila, se iba viendo en el suelo, como una sábana negra que corría a todo lo largo de la gruta, el arroyo del infierno que palpitaba con un temblor misterioso. En la oscuridad de la caverna brillaba, muy en el fondo, la luz de una antorcha que agitaba alguien al ir y venir.
Unos cuantos murciélagos volaban a su alrededor; de cuando en cuando se oía el batir de las alas de una lechuza y su chirrido áspero y estridente.
El violonchelo y el violínEl violonchelo es, como el violín, un instrumento de cuerda. Su forma es similar y ambos se tocan con ayuda de una varilla o arco. Estos dos instrumentos se diferencian por su tamaño y su sonido. El violín es pequeño y su sonido es suave y agudo, mientras que el violonchelo es grande y de tonalidad muy grave.

Retrato físico de Momo (Michael Ende)En verdad, el aspecto externo de Momo era un poco extraño y tal vez podía asustar algo a la gente que da mucha importancia al aseo y al orden. Era pequeña y bastante flaca, de modo que ni con la mejor voluntad se podía decir si tenía ocho años o ya doce. Tenía el pelo muy ensortijado, negro como la pez, y parecía no haberse enfrentado nunca a un peine o unas tijeras. Tenía unos ojos muy grandes, muy hermosos y también negros como la pez y unos pies del mismo color, pues casi siempre iba descalza.

Ejemplo de retrato (Camilo José Cela)Mi padre se llamaba Esteban Duarte Diniz, y era portugués, cuarentón cuando yo niño, y alto y gordo como un monte. Tenía la color tostada y un estupendo bigote negro que se echaba para abajo. Según cuentan, le tiraban las guías para arriba, pero, desde que estuvo en la cárcel, se le arruinó la prestancia, se le ablandó la fuerza del bigote y ya para abajo hubo que llevarlo hasta el sepulcro. Yo le tenía un gran respeto y no poco miedo, y siempre que podía escurría el bulto y procuraba no tropezármelo; era áspero y brusco y no toleraba que se le contradijese en nada, manía que yo respetaba por la cuenta que me tenía.

“El hombre en el pasaje", un cuento de G. K. Chesterton. "El otro caballero no era tan alto, aunque a nadie hubiera podido impresionar como bajo, sino simplemente como vigoroso y apuesto. Su cabello, ondulado también, era en cambio rubio y lo usaba muy corto sobre un cráneo macizo y fuerte... Uno de esos cráneos con los que se podría romper una puerta. Su bigote marcial y el porte de sus hombros denunciaban al soldado; pero tenía un par de esos peculiares ojos azules, francos y penetrantes, que suelen ser más comunes en los marinos. Su cara era un poco cuadrada, así como también sus mandíbulas, sus hombros y hasta su chaqueta."

“Instrucciones para subir una escalera”, de Julio Cortázar
 
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.